martes, 9 de agosto de 2011

El testículo que no ha descendido en bebés

En el ser humano, el descenso de los testículos desde la cavidad abdominal hasta las bolsas escrotales comienza en la octava semana de gestación y se completa al término del embarazo a las cuarenta semanas.  Cuando uno o ambos testículos se queda en el camino sin llegar a su destino, a esa anormalidad se le conoce con el nombre de Criptorquidia, del griego "kriptos" o escondido y "orchis" que significa testículo.

El escroto cumple la función de mantener los testículos alejados del abdomen, para que su temperatura sea menor que la del cuerpo.  Si el testículo que no ha descendido es dejado dentro del abdomen, se va a atrofiar y el individuo puede volverse estéril, además, en esas condiciones, se incrementarán las probabilidades de tumores malignos en ese testículo.  De ahí, que la criptorquidia deberá diagnosticarse temprano y resolverse entre los 12 y 24 meses de edad.

Un 5% de los niños a término pueden nacer con criptorquidia y corregirse solos alrededor de los seis meses de edad, y hasta un 30% de los prematuros también, estos, podrían autocorregirse unos meses más tarde. Sin embargo, la realidad es, que a la mayoría de los niños con esta anomalía se les practicará la orquidopexia que es como se llama la cirugía correctora, mientras que una minoría se van a corregir con tratamiento médico hormonal.

El termino criptorquidia incluye al testículo que permanece en el abdomen como aquel que podemos bajar manualmente hasta el escroto, pero que no permanece en éste una vez que lo hemos liberado. El testículo retráctil o tipo ascensor, es el que sube y baja en el canal inguinal, en éste caso, no se puede hablar de criptorquidia, ya que el testículo descenderá espontáneamente sin ningún tipo tratamiento. 

Las causas de la criptorquidia pueden ser hormonales, mecánicas o por malformaciones congénitas del feto.  Se desconoce si la corrección quirúrgica de la criptorquidia disminuye las probabilidades de que el testículo descendido se convierta en cáncer, sin embargo, tiene la ventaja, de que colocado en su sitio, se podrá examinar y dar seguimiento más facilmente.  En algunos casos y a pesar de todos los esfuerzos, no es posible encontrar el testículo escondido, entonces, se aconseja colocar una prótesis para prevenir problemas sicológicos en el paciente.  Cuando se trata de un solo testículo que no ha sido posible fijarlo quirúrgicamente en el escroto, se ha recomendado su extirpación, para evitar el cáncer probable, en el entendido de que el otro esté normalmente implantado.

Dr. Marcos Díaz Guillén
Pediatra-Neonatólogo
Santo Domingo, República Dominicana



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