lunes, 22 de junio de 2015

La cultura del miedo

Hace casi cuatro décadas, un hombre excepcional, le dijo a sus seguidores y al mundo: “No tengáis miedo”, no les dijo, no sintáis miedo. Porque el miedo es parte de la condición humana y, elemento necesario para avanzar y lograr metas.  Muchas personas, no han logrado cosas por miedo, porque les parecen imposibles. Y, mientras aprendemos esa cultura, pocos se tomarán la molestia de intentarlo.

Cuando decidimos enfrentar el miedo, nos situamos fuera de nuestra zona de confort, y mientras más nos alejamos de esa zona, más cerca estamos de hacer cosas extraordinarias. La inacción por el contrario, nos deja a merced del otro, de las circunstancias y del azar, para convertirnos en víctimas.

Como el miedo es algo propio del ser humano, es función de los padres, explicar al niño, que también los adultos sentimos miedo, que es algo normal, y que lo correcto es, aprender a manejarlo. Es hacerle entender, que existe el miedo racional, que es el que nos lleva a obtener metas que nos parecían imposibles, y que existe otro miedo, el irracional, que es el que nos hace inútiles, y que se comporta como el amigo o el pariente raro, que sin haber sido invitado, se te aparece a la casa, y que si es bien recibido, se quedará a vivir contigo.

Si queremos avanzar como sociedad debemos vencer el miedo a decir la verdad y a expresar nuestros sentimientos e ideas. Debemos cumplir con nuestros deberes y exigir el respeto a nuestros derechos. Vencer el miedo es, enfrentar nuestros problemas y compromisos de una manera racional y consciente, sin vocinglerías y sin vulgaridad, es estudiar y trabajar. Es ocupar el puesto del inepto y el vago, es meterse en el fango para conseguirlo. Vencer el miedo es, reinventarnos y convertirnos en emprendedores, es aportar soluciones y quejarnos menos.

El 22 de octubre de 1978, Karol Jozef Wojtyla (Juan Pablo II), al iniciar su pontificado, le dijo a sus feligreses y al mundo, “No  Tengáis Miedo”. Esas palabras, fueron el eje fundamental de todo su trabajo apostólico hasta su muerte en el año 2005. Es probablemente, uno de los gritos más esperanzadores y revolucionarios del mundo contemporáneo, que se debate entre la angustia y los miedos que nosotros mismos hemos creado: las guerras, la cultura de la muerte, la injusticia, y la pérdida de la dignidad humana.

Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo, República Dominicana








lunes, 15 de junio de 2015

Una percepción lamentable

Como pediatra en ejercicio, he establecido una relación de amistad con muchos padres, y Llama mi atención, la percepción que muchos de ellos tienen,  respecto al mensaje que las familias, y muy particularmente los niños y adolescentes están recibiendo de las personas que se supone, representan el “orden y la autoridad” en nuestro país.

Salvo las excepciones que confirman la regla, líderes y gobernantes, legisladores y jueces, síndicos y regidores, policías y militares, directores y subalternos, en fin, todo aquel que se supone representa la autoridad en nuestra sociedad, no se respeta así mismo, irrespeta a los demás, y son unos irresponsables de sus actos. Lamentablemente, esa es la percepción de la gente, algo que estamos en la obligación de comenzar a cambiar, si no queremos sucumbir como nación.

La familia, el adolescente y el niño dominicanos están pidiendo a gritos orden, y un mínimo de decoro y decencia de parte de nuestra autoridad. ¿Cómo es posible, que con el desarrollo y avances que en el orden económico hemos tenido, nos pasen los años con los mismos problemas?: hogares sin agua potable, salud y educación desastrosas, niños y adultos muriendo de lo mismo, niños deambulando, tanto desempleo, apagones permanentes y un caos en el tránsito vehicular que tiene a la ciudadanía al borde de la locura. Nunca antes en la faz de la tierra, ha sido tan difícil poner en orden a un país tan pequeño y con tanta riqueza. Esa es la percepción.

El niño, el joven y la familia, necesitan recibir señales claras de la autoridad que se ha elegido para dirigirla: Honestidad, verdad, trabajo, disciplina, justicia, sinceridad, coraje, orgullo de país, confianza, fidelidad, agradecimiento, compasión etc. Valores, que en nuestros dirigentes parecen estar ausentes. Esa es la percepción.

Doctor, ¿y usted piensa votar el próximo año? Es mi deber y mi derecho, le contesto a mi amigo haciéndome el ingenuo. Esta vez, votaremos por un gobierno de “unidad nacional”, agrego. A lo que mi amigo y paciente de muchos años me responde: “¿Usted sabe lo que yo me imagino y tengo en mi mente?, que nuestro país es un cadáver, al que los carroñeros están esperando para engullirlo y saciar su hambre”. Así yo no voto, me niego a votar. Me dio un abrazo y se fue. Esa es la percepción, algo muy lamentable.
Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo
República Dominicana





lunes, 8 de junio de 2015

Lactancia y leucemia infantil

Al día de hoy, la Organización Mundial de la Salud (OMS) puede afirmar sin temor a equivocarse, que la lactancia materna reduce la mortalidad infantil, y que sus beneficios se extienden hasta la edad adulta. Que promueve el desarrollo sensorial y cognitivo del niño, y lo protege contra muchas enfermedades.

La lactancia, contribuye además, al bienestar de la madre, disminuyendo en ella el riesgo de padecer cáncer de mama y de ovarios. Defiende la economía familiar, es una alimentación fácil y segura, y una manera de proteger el medio ambiente. Podemos afirmar además, que la  madre que lacta es, una persona superada, que ha dejado atrás la ignorancia, y que se ha comprometido con el bienestar propio y el de su hijo. La que no lo ha entendido, lamentablemente, se ha quedado rezagada, en el grupo de personas que conforman las sociedades más atrasadas.

Científicos de la Universidad de Haifa en Israel, nos dan una noticia nunca antes conocida. Nos informan, que existe una relación directa entre la leucemia infantil, que es un  cáncer relativamente común en niños, cuyas causas no son muy bien conocidas, y el no haber sido amamantado. Efrat L. Amitay y Lital Kenian-Boker responsables del estudio, encontraron que la lactancia materna durante los primeros seis meses de vida o más, se asocia a un 19% menos de riesgo de padecer leucemia. Así mismo, en un análisis de 15 estudios por separado encontraron, que dar el seno, aunque sea por menor tiempo, disminuye en un 11% el riesgo de sufrir dicha enfermedad, en comparación con aquellos niños a los se les negó ese derecho.

New England Journal of Medicine, uno de los medios de divulgación médica más prestigiosos del mundo, el 2 de junio/2015 señala que dicho estudio, incluye investigaciones de las base de datos PubMed, Cochrane y Scopus en artículos y estudios publicados desde enero de 1960 hasta diciembre 2014, encontrando, 18 estudios con 10, 292 casos de leucemia y 17, 517 casos control.


La evidencia científica indica, que existen en la leche materna sustancias, que no se encuentran en las leches maternizadas: anticuerpos, lactoferrina, hormonas, oligosacáridos, y células madre, que le dan un efecto protector contra el cáncer infantil. Este estudio, es un arma contundente, un incentivo más, para que los obstetras y pediatras eduquen a las madres y promuevan en ellas la voluntad de amamantar. Una medida de salud pública muy accesible y de muy bajo costo.
Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo
República Dominicana

lunes, 1 de junio de 2015

El niño: la cultura y los museos

Tradicionalmente se ha entendido, que los museos son un lugar exclusivo para adultos, y no es verdad. En la actualidad, los museos, han creado programas y horarios para niños desde muy temprana edad, y, en las sociedades y países más avanzados, existen museos enteros para niños.

El museo del Prado en Madrid ofrece talleres infantiles y actividades con los colegios los sábados, y organiza visitas didácticas e itinerarios temáticos. El Museo del Arte Abstracto Español en la ciudad de Cuenca también en España, ofrece un programa educativo para toda la familia; donde los expertos enseñan al niño nuevas formas de entender las obras de arte.

 En el año 1993, Méjico inauguró el museo Papalote en el bosque de Chupaltepec diseñado para niños, y, en Bogotá, existe el “Museo de los Niños” inaugurado en 1987 bajo el liderazgo del presidente Belisario Betancourt con el apoyo de un grupo de empresarios colombianos y dirigentes estatales, con el objetivo de educar al niño en la apreciación, aprobación y valorización de la cultura científica a través de experiencias para despertar el pensamiento creativo y crítico.

Las vacaciones de verano, el fin de semana o  los días de asueto, son una buena oportunidad para que los padres visiten los museos en compañía de sus hijos. Es una manera inteligente de poner a prueba unas habilidades dormidas, que en el futuro podrían ser determinantes en su desarrollo personal. En el museo, tendrán la oportunidad de descubrir nuevos universos: Bailes, cuentos y cuentas, el misterio de los sentidos, chocolatería y repostería, pequeños chefs, alimentación saludable, física y botánica, manualidades, genética y multiculturalidad, yo y mi otro yo, teatreando, Leonardo el pintor(Da Vinci), óptica y percepción, el tránsito vehicular y sus leyes etc. etc. 

Porque como afirma el reconocido educador y psicólogo de la Universidad de Harvard, Howard Gardner: “No todos los seres humanos somos iguales, y, como no somos iguales, no estamos obligados a aprender de la misma manera”. El que no es bueno en matemáticas, puede ser excelente en pintura, y el que no es bueno en escritura, pudiera ser el mejor en el deporte o un excelente ceramista. Porque el ser humano posee múltiples inteligencias, pero para desarrollarlas, y poder destacarse en una de ellas, debemos ofertar un abanico de oportunidades, y la infancia es, la mejor etapa de la vida para hacerlo.
Dr. Marcos Díaz Guillén
pediatra-neonatólogo
Santo Domingo
República Dominicana